Hoy es la primera vez en mi vida que, antes de irme a dormir, he cerrado la puerta del baño del pasillo.
No lo he hecho sin pensar. En realidad, mi madre lleva años pidiéndomelo. Y yo siempre sonrío porque me imagino a mi abuela diciéndole lo mismo cuando era pequeña y me río por la cara de paciencia con la que me lo dice ahora mi madre.
Es algo que no quería hacer porque al hacerlo me haría mayor, y creo que siempre lo he evitado. Siempre he pensado que si lo hacía mi madre, yo seguiría siendo un niña, de la que iba a cuidar siempre.
Y hoy, después de varias horas llorando, con la excusa de una serie que se llama This is Us y que tenéis que ver, lo he hecho.
He cerrado la puerta del baño del pasillo. Porque no puedo evitar toda la vida, a la vida.
Mientras veía la serie, mi madre me ha hecho una pregunta: «¿Tú crees que existe un tío tan bueno como Jack?» El protagonista de la serie. Un tío legal, bueno, amable, cariñoso, atento. Una buena persona de verdad, sin dobleces. Una persona dispuesta a ser la mejor persona del mundo. Aunque nadie mire. Todos los días de su vida.
Rápidamente he dicho que no. Porque no me gustan las cursiladas, pero qué coño, no solo vamos a hablar de Rock and Roll.
En realidad yo lo he vivido en mis propias carnes. Sí conocí a una persona así. Es decir, siempre he estado con personas estupendas, pero el que iba a ser mi marido, era casi como Jack. De hecho me imaginé exactamente la misma vida que en la serie, siempre lo había imaginado así.
Incluso llegué a vivir el principio, cada detalle, gracias al casi Jack. A César lo que es del César.
Desgraciadamente se quedó en un casi.
Jack nunca habría abandonado el barco, por ninguna razón.
Y a mi me plantaron a 5 meses de mi boda sin ninguna razón aparentemente buena.
Jack era alcohólico, como su padre, pero muy diferente. No todo era perfecto, claro. No os voy a destripar la serie, pero, aunque al principio pueda parecer muy cursi, tenéis que verla. Mi amiga Meri dice que soy la última persona en el mundo en haberla visto. Llevo unos meses moviditos.
¿Todos nos merecemos un Jack? ¿Hay personas que se merecen todo lo contrario? ¿A cuántas personas vas a joder porque un casi Jack te jodió a ti? Ojo cuidado con convertirte en algo que no eres.
Yo ya no quiero un Jack. Porque no quiero más historias de amor. Chico conoce a chica. Ahora mismo pagaría por no volver a sentir el resto de mi vida. Pero como en la serie, sorpresa: la vida sigue. Habrá unos cuantos como yo.
En realidad, es mejor que no sea como Jack y que esté siempre en el barco. Como un buen capitán.
Puede sonar súper triste pero en realidad no lo es. Me dedico a las bodas y me gusta conocer gente más que a un tonto un lápiz. Con esto quiero decir que no he visto una historia igual. Todos pensamos que nuestra madre es la mejor, que nuestros amigos son los mejores y por supuesto, que nuestros maridos, mujeres o novios son lo mejor. Pero no es cierto. Eso que yo viví sí fue lo mejor. Esa persona que conocí, sí era, casi, como Jack.
Por eso no es triste. Es genial haberlo vivido. Era algo imposible y pasó.
Todo el mundo se merece un casi Jack. O no. Es como las drogas, si no las pruebas no las quieres, te conformas con la vida real.
Asumes que no vas a vivir algo mejor, y desde luego la otra persona, tampoco. A César lo que es del César.
Y aunque nunca encuentre a un Jack, ni quiera un casi Jack, nunca más, porque este mundo ya no está hecho para estas historias, sé que no quiero menos. Pero yo tampoco voy a volver a dar más así que, no tengo gatos pero tengo 3 perros ¿Me seguís?
Nos creemos estupendos por tener Instagram pero en realidad somos unos conformistas, justo lo contrario a la familia Pearson.
Hay que ser como Tony, mi perro, que pide su pelota hasta que se queda dormido del cansancio de su propio casi ladrido, porque sabe que si ladra del todo, cobra.
Mientras lloraba viendo la serie, mi madre me decía ¿Por qué lloras tanto, gordita? Y yo le he dicho que porque me daba muchísima pena, que era muy triste. Y ella, como siempre, tenia la mejor respuesta.
Ro, lo que pasa en la serie, no es triste, es la vida y es la pera.
Mi madre siempre ha tenido las mejores respuestas sin putas mierdas intensas que no sirven para nada, al grano y sin frenos.
Ro, no llores porque lo que te da pena en realidad es lo puto mejor que hay: la vida. Jack no tiene una vida perfecta y muere, pero compensa por todo lo bueno que ha vivido. Con lo bueno, lo regular y lo malo.
Y sabe Dios que se refería a lo mal que lo he pasado, pero sabe que no hace falta ser concreta ni hurgar en heridas, ni condicionar la vida a lo malo.
El caso es que después de pensarlo mucho, en realidad, ya tengo a una persona, exactamente no, mejor que Jack o que cualquier casi Jack.
Beatriz. Mi madre. Siempre me ha hecho sentir mejor, imposible. Que mis ideas de mierda eran las mejores. Siempre me ha hablado bien de la vida. Ha sacrificado parte de la suya y yo ni me he enterado en 30 años. No ha abandonado el barco y creedme si os digo que tenía razones de sobra.
No creo que tenga la suerte de la mujer de Jack, pero, os aseguro, que si que tengo la suerte de los hijos de Jack, y eso hace que me pueda morir tranquila.
Que al llegar a mi cama, después de meses triste y sin ningún puto rumbo, haya entendido lo importante. Gracias mamá, porque gracias a ti en vez de pensar en la parte mala, para variar, me has hecho ver la parte buena. De la serie. Del amor. De la vida.
Las cosas llegan en el momento justo. Meses oyendo consejos de gente que me quiere, saliendo a mansalva para ver si me sentía mejor y un largo etc Y de repente ves una serie con tu madre y voilà, la respuesta.
Tengáis a vuestra madre aquí o en otra parte, dadle las gracias, porque en un mar tan perro como es la vida, nunca abandonaría el barco.
Gracias mamá, porque a pesar de no tener el padre que tú quisiste para mi, mi sueño siempre ha sido tener una familia así de estupenda.
Así que por otro lado, yo me siento Jack. Con un padre de mierda, pero con unas ganas que te cagas de hacer todo lo contrario. Y ahora no creo que vaya a pasar, pero en algún momento estaré a la altura de lo que me has enseñado.
Mamá, mi Jack particular, eres lo mejor que me ha pasado en la vida.
PD: Mil gracias por aguantarme de resaca, no me puedo reír más contigo. Ya sé que tú no tanto.
Ro
















